domingo, 11 de octubre de 2015

¿QUIÉN ERES? ¿REALMENTE ERES TÚ? ¿O ESCONDES SER TÚ?

A veces me pregunto qué hacer en el día a día. Supongo que para responder a esa pregunta hace falta tener un proyecto para llevar a cabo la respuesta. Puede parecer un cuento de hadas, puede ser que no seamos las personas que nos gustaría ser, porque simplemente somos nosotros, somos como somos. También puede ser que continuamente te estés autojustificando, porque no valoras la importancia de tus palabras, porque no sabes lo importante que eres. A veces cuesta creer quién eres de verdad, pero tú eres el primero que te tienes que saber aceptar, si no el mundo que te rodea te empezará a rechazar. No importa tanto quién te quiera o si le gustas a alguien como aceptarte ti mismo. Ser la persona que deseas es un sueño que está fuera de tu alcance. Ser la persona que escondes, que apartas del mundo: esa es la persona que está a tu alcance. No vale un rechazo sin apenas intentar vivir tu vida siendo tú mismo. 

viernes, 2 de octubre de 2015

NOSTALGIA REVOLUCIONARIA

Puedo ver que estoy fuera, que no me tengo en pie. Puedo verme cantar en un auditorio, sin público, sólo yo y la música. Puedo ver como las personas que parece que no viven, viven de verdad. Me he dado cuenta de que conseguir tu sueño es fácil, pero demostrar que lo has conseguido... Ahí está.

No pienso en lo bien que me lo estoy pasando con la gente que convive ahora mismo conmigo, si no pienso qué bien me lo estaría pasando con la gente que no tengo en este momento, bien porque las añoro, bien porque me hace daño no estar con ellas. 

Lo echo de menos, mucho de menos. Se trata de la persona que me cambió la vida, de la persona que me ha hecho crecer personalmente. Y me siento culpable por no estar con él en este momento, ya que podría estar ahora con él perfectamente, pero por una decisión de mi vida ya no estoy con él... Y lo peor es que no sabré si estaré más tiempo con él. La vida es larga y seguro que me lo encuentro, pero me podría morir mañana perfectamente y eso me atormenta... Quiero conversar con él cuanto antes...

¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué? Fue una decisión que yo tomé por propia iniciativa, porque me apetecía. Me sigue apeteciendo, pero me gustaría hacerlo con las personas que quiero. Quiero seguir aquí porque no puedo renunciar a la vida, porque no puedo irme así, sin más... Y sobre todo sin despedirme de él... Lo encontraré, por mucho que no tenga su contacto. Lo encontraré, estoy segura. Y le diré que lo quiero. Le diré lo que le tengo que decir. Pero necesito encontrarlo...

domingo, 30 de agosto de 2015

VAMOS DE BLANCO Y DE NEGRO

Mis colores preferidos siempre fueron el blanco y el negro, porque combinan muy bien entre ellos siendo tan opuestos. ¿Alguien se ha imaginado un mundo en el que encajen tan bien dos personalidades tan diferentes? Pues, señores y señoras, esta combinación está por todas partes. Sin irnos más lejos: el papel. El papel es blanco, pero necesitas tinta negra para escribir un libro. O por ejemplo la pizarra, que con sólo una tiza blanca se pueden divisar las letras escritas. ¡La tiza amarilla ya no es lo mismo! Es clara también, pero leyendo las letras te confundes más a menudo. Hazedme caso, no hay dos colores que encajen tan bien como el blanco y el negro. Ambos se pueden comparar con esos momentos en los que nos gusta llevar la contraria, o como dice la canción de Malú: "... tú dices blanco, yo digo negro...". Las teclas de mi ordenador, que estoy utilizando ahora mismo, son negras, pero para que se vean con claridad las letras se tienen que escribir con tinta blanca. ¡Nada de amarillo! 

El negro me inspira seguridad. Pues, ¿por qué en el cuaderno del instituto escribo la teoría y los enunciados en azul y las respuestas en negro? El negro nunca se equivoca. ¡El blanco es todo lo contrario! Ahí prima la originalidad. Te dan una hoja en blanco y tú puedes escribir lo que quieras, cómo quieras, dónde quieras o incluso no escribir nada. O, vámonos, por ejemplo, a los trajes de oficina. Pantalones negros, con camisa blanca, corbata negra y chaqueta negra. ¿Qué sería de ellos si esa camisa fuese negra o amarilla? Si fuese negra seria demasiado serio, y la gente tendría miedo metiéndose en esos trajes, no los querrían comprar; si fuesen amarillas daría la sensación de que están sucias, de que necesitan un lavado, pero no, son así. Nadie las compraría. Y ahora viajemos al mundo de los abrigos. Da absolutamente igual que sea blanco o negro, porque los dos se manchan; el blanco de negro y el negro de blanco. ¡Son dos colores que se llevan tan bien! ¡Están por todas partes juntos! ¡No hay nadie que los separe! 


Una última observación: los dálmatas.

lunes, 17 de agosto de 2015

MEMORIAS DEL RECUERDO

No te imaginas lo agobiante que es tener la sensación de estar muriéndote por dentro, debido al recuerdo. Piensas que no eres nadie, que eres una persona insignificante que no sirve para nada, por mucho potencial que tengas, ya que no eres reconocido por nadie, simplemente porque tú piensas que te han olvidado. Lo peor es que es sólo una sensación, no es un sentimiento realista, tú eres el que te montas todas esas historietas porque crees que te estás muriendo. Incluso crees que estas palabras serán tu apocalipsis, porque te imaginas que no sirven para nada, que nadie las escucha, que nadie quiere escucharlas. Y lo más importante: que a la gente le da igual lo que ronde por tu cabeza. No importa quién seas, porque nadie te quiere, ni tus padres. Escribes con muchas comas y puntos, sin puntos y coma, sin tu habitual formalidad porque sigues pensando que no sirves para nada. ¡¡¡Para nada!!! Que la proposición"no hay nada" carece de sentido, porque quiere decir "hay algo", de manera que la oración tendría que ser "hay nada", pero entonces ya hay algo. Y piensas que significan lo mismo... Y piensas que te rayas, que esos puntos suspensivos que has escrito anteriormente significan la muerte, la extinción de tu memoria, de tus recuerdos. Tienes miedo de olvidar tu pasado, de enfrentarte a la realidad, porque te espanta la situación actual, aunque no sea para tanto. 

Y el sujeto no eres tú, sino yo. No eres tú porque estoy hablando de mí, de lo que me pasa. Deseo que la gente gaste cinco minutos de su vida en reflexionar sobre ella. ¿Qué pasa? ¿Por qué los acontecimientos tienen que tener un final? ¿Por qué no son eternos? La vida también es finita. Y cuando llega el final de ese momento, te da rabia, quieres revivir, pero es imposible, porque no existe la máquina del tiempo. Y está bien que no exista, no hace falta que nos metan más locura social... Sufres, y sólo quieres desaparecer, pero piensas en la persona que te cambió la vida y en la posibilidad de poder volverla a ver, saber que por fin has encontrado a uno de tus veinticinco "amarillos", saber que nada está perdido, porque lo puedes volver a observar, como hacías en ese recuerdo... Sólo siendo conscientes de ello ya se ilumina una esperanza en tu memoria que te anuncia que hay una pequeña probabilidad de que ese encuentro aleatorio se produzca, en el que dos cuerpos se encuentran casualmente, destinados a esa aparición en el mismo sitio. Entonces llega el momento en el que te despiertas psicológicamente y te animas afirmándote: "Da igual que no te recuerden, porque estamos tú y yo, y la persona que te cambió la vida. Porque sabes que yo te quiero y que esa persona daría su vida por ti."

jueves, 6 de agosto de 2015

PARA UN RETO NO HAY QUE PENSAR: HAY QUE ACTUAR

Me doy cuenta de lo que la vida te depara. Que si hoy eres médico, mañana puedes ser filólogo; pero ya no es sólo la profesión. Cualquier reto puede estar a tu alcance si te lo propones. No hay que dejar de intentar alcanzar un objetivo, porque es una superación, y ser tú mismo es lo último que tienes que eliminar de tu existencia. Esa es la mayor satisfacción de la vida: poder ser uno mismo.

¿Cuál es mi objetivo? 
Enseñar y cantar. Dos trabajos tan diferentes... Pero me apasiona la música y me apasiona la literatura. Es un sueño y sé que lo voy a conseguir. A veces no se necesitan tantas palabras para expresar una pasión. Necesitas vocación, necesitas confiar en ti mismo y saber que no te vas a rendir, porque esa puede ser la mayor frustración de una carrera: saber que quieres hacer algo, pero pese a la rendición no conseguirlo, no alcanzar la meta. Sé que existen los baches y sé que no es fácil, necesitas concentración, rendimiento y esfuerzo. Pero si te lo propones, lo consigues; en mucho o poco tiempo, pero cuando pasa el tiempo lo acabas consiguiendo. 

Confía en ti mismo, es lo mejor que puedes hacer en la vida.

miércoles, 1 de julio de 2015

DISTANCIA EN UNA RIADA

"Mis ojos son marrones, 
Mis huellas son ajenas 
a tus pasos.
Mi alma fluye en tu malestar, 
pero mi corazón rebosa 
de alegría. 
Y eres tú quien me sonríe, 
y yo con la boca seca 
dentro del mar. 
¿Que me lleva el río? 
Sí, y tú, que no vives 
ni en soledad."


martes, 23 de junio de 2015

LA DETERMINACIÓN AL PODER

"Sólo estoy tratando de ser diferente. Sólo quiero hacer el bien, pero muchas veces cuesta admitir que la humanidad sobrevalora lo superior, la autoridad. Ellos me lo dijeron el otro día, que valorarían mi actitud, pero que el resultado final sería el que decidiese la autoridad. Como si eso fuese a cambiar... Pero mi pregunta es: ¿por qué necesitáis mi opinión si al final vamos a tener que hacer caso a este mendrugo que está decidiendo las cosas? ¿Por qué? Y se supone que esta pregunta se reconoce como una reacción infantil, por muy adulta que yo sea a veces. Pero yo pensé: "No es infantil y no es adulta, tan sólo es diferente. Pero tenéis la mente tan cerrada que no consideráis esa reacción adulta, adecuada, lo que sea. ¡Por el amor de Dios! Que no soy tonta..." Y luego me irán diciendo que no queremos decir que seas tonta... ¡Pero me lo has soltado indirectamente! Hay que ver el miedo de hoy en día... 
A ver, va completamente en serio. Si al final alguien va a decidir qué hacer es mejor tener la boca cerrada porque tu opinión no va a servir para nada. Hay que saber cuándo es útil hablar y cuándo no. Y luego que haber si reflexionaba... ¿Estamos mal? Sí, estamos muy mal... Claro que he relfexionado sobre ello, pero siempre llego a la conclusión de que... no aceptan más que sus decisiones, porque son la autoridad... egoísmo... ¡Jerarquía! ¿Y si yo decido no ir? La verdad es que eso es lo que decidí y al final... se fueron todos y yo no. Soy mayorcica para apañármelas en casa sola. Además, es mucho mejor así porque no te mandan tareas (aunque, de todas formas, ahora mismo hago caso omiso a lo que me ordenan, incluso dicen...) y tú no te sientes tan responsable, a pesar de que obtengas mayor responsabilidad. Pero bueno, puedes ver la tele cuando quieras, tirar la basura sin que te presionen... ¡una completa libertad! Y eso es lo que me faltaba... libertad... Fue un fin de semana saciado de "hago lo que me da la gana". Pero cuando acabó fue todo un desastre. Pero de verdad, haría lo que fuese para conseguir una vida tan plena."

sábado, 20 de junio de 2015

EXISTE EL ORGULLO

"Me alegro. Me alegro de haber vivido un periodo de tiempo tan elocuente como el pasado. Me alegro de todo, por todo. Me satisface la sensación de alivio que quedó dentro de mí cuando paso todo eso. Y me alegro por la vida que me ha tocado, pero a la vez sientes una presión tan llena de pesimismo en tu corazón que... es difícil enfrentarte con tu próxima vida, con el adelante. Cuando te sientes aferrada a tu ahora, te sientes bien, pero cuando te tienes que evadir de él, porque no tienes otra opción...cuesta y no sabes cuánto. No sabes cuándo regresarás, cuándo te encontrarás con el pasado, aunque duela... Porque a veces apetece encontrarse con el pasado. Vivir el ahora... Pero me gustaría volver a vivir lo anterior, porque me hizo bien, de alguna forma me sentí bien y feliz. Sobre todo feliz, haber conocido a gente que te comprendía... Me hizo bien, muy bien. Pero es el momento de despedirse y todo se desvanece, te frustras. De alguna u otra manera te frustras, aunque no te lo creas. Daría toda mi vida por volver a vivir un pasado como aquel, aunque no sepa lo que digo."

jueves, 18 de junio de 2015

UN CAMBIO DE VIDA, UNA SOLA CONCEPCIÓN

Hoy es día de películas. Mi favorita es The Blind Side, en la que actúa Sandra Bullock, mi actriz preferida. Es una de esas películas que te enseña a ver las cosas de la manera más óptima posible, así como sacar esperanzas de donde no las hay. La resumo brevemente. Su argumento básicamente es el de un joven, al que le apasiona el fútbol americano, pero no tiene dinero: es pobre. Vive en un vecindario de "malas gentes", porque siempre hay algún asesinato o drogadictos, fumatas, borrachos... Digamos que el ambiente de su calle no es la más adecuada para él y eso le desanima. Pero un día, por casualidad le encuentra una chica que iba en su coche con su familia. Esa chica la representa Sandra Bullock. Entonces ocurre lo siguiente: la chica se siente mal por él, ya que lo había visto veces anteriores y le dice que vaya a su casa, que le dará ropa y le dejará un lugar donde dormir. La película prosigue con la adopción de él y bueno, para qué contar más. Al fin y al cabo sois vosotros los que la veréis si queréis. No os quiero chafar el resto. La recomiendo, por muy triste que sea al principio. A veces, los momentos duros hay que saber superarlos, ya que nada de lo que pase a continuación será peor de lo que está pasando en el momento. Es decepcionante pensarlo, pero, desgraciadamente, la vida suele funcionar así, aunque no siempre. Refleja también muy bien lo que es la vida, y los baches que te puedes encontrar en ella. El esfuerzo que supone el seguir adelante y lo satisfactorio que resulta al final. Hay que luchar por tus sueños y tu vocación. Realmente emocionante.

Ya que estamos, os citaré mi libro preferido. No soy de esas personas a las que le gusta la ficción. Me gustan los libros que te hacen reflexionar una vez que te los lees, así que uno ficticio, de superpoderes no me inspira la más mínima atención, aunque he leído algunos. Bueno, aquí va. Se titula Tú & Yo Aquí ahora en la versión española. Su autor es Jay Asher, aunque también participa Carolyn Mackler. El libro da que pensar, porque te anuncia de la importancia que tiene vivir en el presente. "Es una historia sobre las barreras invisibles entre la amistad y el amor, y la importancia de vivir aquí y ahora." Son dos amigos de instituto que tienen fuertes lazos de amistad. Un día descubren facebook. La chica se hace una cuenta, pero descubre que eso le informa sobre su futuro, así que cualquier acción que realice en el presente, cambia datos de su cuenta sin que ella lo haga, porque lo hace el destino. No os cuento más, porque es una novela interesante de leer y muy conmovedora.

"No penséis en el futuro, eso trae melancolía y nostalgia. Vivid el presente, y cuando se acabe lo bueno, aprended a dar la bienvenida a lo que viene después."

lunes, 8 de junio de 2015

Y EL AMOR SE PIERDE EN EL INFINITO...

Te fundes en el infinito,
te quitas la última prenda,
te deshaces del futuro...
¿Por qué te vas amigo?
¿Por qué no dejaste
el último sorbo de tu vida?
Y comprendo que tu insistencia
de vivir, de soñar, de sufrir
era exacta...
¿Por qué me dejaste plantada
en mi última despedida?
¿Por qué no olvidas el rencor
y piensas en tu "amiga"?
Y pensar que te sentí,
que te fundías,
y pensar que ahora no estás,
que te quitaste la vida.
¡Y todo por culpa mía!
¿Qué te hice que no estás?
¿Qué te hice que te vas?
¿Qué te hice que me dejas atrás?
Me dejas sola, sin tu amor.
Me dejas sola, me rompiste el corazón.
Y la vida sigue... sin color.
Y hay que ser optimistas, pero...
¿Qué soy yo si no estás tú?

jueves, 4 de junio de 2015

TE QUIERO

"No hay una manera mejor de dar las gracias a alguien por el trabajo que hace para ti, para ti. Y te sientes protegido, sin presentimientos, sin culpa, protegido, respetado, valorado... ¡Cuentan contigo! ¡Te comprenden! Te comprenden, sí, te entienden. Te escuchan, valoran tus opiniones y cuentan contigo. Hacen cosas para ti, porque les gusta, tienen vocación. 

Ahí estaba mi profesor de... Ahí estaba, sentado, incómodo, vacío, desorientado, nuevo, desarraigado, sin un lugar en el que estar, pero te ayudaba en todo. ¡Podías quedar con él en los recreos! El caso es que necesitaba comprensión y yo le miraba a los ojos. Me gustaba mirarle a los ojos, porque veía la belleza de su interior, quería que tuviese una alumna que lo apoyaba. Y creo que conseguí mi objetivo. Lo creo, estoy convencida.

Yo, en el cielo, exhausta, sin palabras, anonadada por su forma de enseñar. ¡Una vocación realmente admirante! Y llegué a apreciarlo, llegué a apreciarlo, y al final... Todos los días cuando llegaba a casa, reflexionaba sobre sus clases. ¡Era asombroso! A veces se me caían las lágrimas de la emoción. La primera vez que hacía los deberes disfrutando, estudiaba disfrutando... Por una parte porque me ensabiaba, pero por otra lo hacía para él, para que tuviese una alumna que le entendía, que estaba con él. 

En los exámenes sacaba buenas notas. Y para final de curso pensé en hacerle una antología con creaciones mías, poemas comentados, para que supiese por qué escribía, al contrario de Machado, del que no tenía ni idea. Al menos sabría por qué escribía yo. Pero llegó el día en que le di la enhorabuena, le agradecí el curso. Se quedó impresionado. Literalmente me dijo: "No me lo esperaba. A veces... Pero una alumna nunca me lo había dicho. Y que venga de ti, que realmente venga de ti... Jo, no me lo esperaba, me dejas sin palabras. No sé qué decir: gracias." Y de sus ojos salían atisbos de lágrimas, de emoción. Lo vi emocionado, sin habla.

Y cuando llegué a casa ese día me sentí mejor que nunca, porque sabía que lo había entendido. y supe en aquel momento que no necesitaba ninguna antología, ningún agradecimiento por escrito, porque lo había oído de una alumna en vivo y en directo. Y yo sabía que le sentó bien, que se sintió reconocido. Y me doy cuenta de lo que significan las personas. 

Llegué a quererlo, y lo sigo queriendo. Pero nunca se lo dije porque de momento tenía suficiente con el agradecimiento. Sé que se sorprendió y que más tarde reflexionaría acerca de ello. Y yo me sentía contenta, feliz, porque me había desahogado. ¡Necesitaba decírselo! Y quizás algún día tenga la oportunidad de dar el siguiente paso y decirle que lo adoro muchísimo, que dejó una huella marcada en mi para siempre, una de las positivas, una de las que se guardan en el corazón. Ojalá llegue el día en que le pueda decir: te quiero. No sé si tendría el valor de decírselo, pero algún día lo haré, lo prometo. Necesito tiempo, sólo un poco de tiempo, para lanzarlo al aire, pronunciarlo y que el lo recoja. (Me acabó gustando su pasión, la literatura y aspiro a ser como él.)

"Te quiero, que no te quepa ninguna duda. Nunca te olvidaré. Me cambiaste la vida y te lo agradezco. Gracias por existir. ¡Vales mucho! Tu familia debe de estar orgullosa de ti. Y yo lo estaría. Te mereces ser feliz y te has ganado mi confianza. Te lo mereces. Te quiero... te... te quiero. Mucho, muchísimo. ¿Serás capaz de entenderme, por qué hago esto?" "

martes, 2 de junio de 2015

LA LLAMADA DEL CIELO (POESÍA)

Y van los pájaros volando,
mientras yo me desnudo.
Y van las huellas dejando
el sonido del futuro.
Y la brisa burlona
con sus tímidos pasos
deja en mi una marca,
de somnolencia, sin lagos.
Y me pudro en la vejez,
pero mis pómulos desarrugados
se estiran, sin más proceder.
Pensando en el pasado,
mi vestido se va cantando,
la aurora de mis zapatos
deja una flecha en el blanco.
Me enamoré sin rumbo,
la alegría de los charcos
en la esperanzada acera
me saludaba con la mano:
¿Dónde vas rosa de los vientos?
Y yo, embobada y sin aliento
me desplomé, derrotada.
Sentía el dolor de sus palabras,
pero mi respuesta fue atolondrada.
Sintonía de un pájaro,
melodía de la Alhambra.
Adiós al pasado oscuro,
que me deja sin esperanzas.
Sentimientos que son míos,
pero destino del alba.
Me estrello contra el cielo
contra la luna enarbolada.
Parece un libro que sueña,
una melancolía encerrada.
Parece una gaviota que vuela,
sin poderse desarrollar, castrada.
Parece un pino sin fruto,
una pesadumbre descontrolada.
Parece una mariposa joven,
una primavera anticuada.
Y parece que se hunde el mundo
en una tierra ahogada.
Y parece que llega la hora
de decirle hola a la nada.
Pero el silencio del camino,
es un símbolo prohibido.
Es un micrófono libérrimo,
es la llamada del cielo.

domingo, 31 de mayo de 2015

UN SÓLO MONÓLOGO, UNA SOLA COMPRENSIÓN

"No sé qué decir. Es que es muy raro. No me quiero dejar llevar pero lo hago sin querer. Y decir que esto iba a ser imposible. No quiero que me salgan las palabras. Qué elocuente, ¿no? Qué elocuente... Es imposible... dejar de pensar. Es... es increíble. Sinceramente icreíble. Te sumerges en el escondite de las palabras y todo deja de tener sentido. Son como ideas que fluyen de la inconsciencia. Pero aquí estás, yendo de un lado a otro. Sin parar, estás actuando... estás actuando... No eres tú, eres otra persona. No quieres ser tú, solo tu corazón te presiona. No quires ir más allá, pero te parece magnífico que tengas que hacerlo. No piensas, no dices nada. Te quedas mirando la luna pasar. Te quedas mirando la tierra del mar. Estás increíble, bella como una flor imperial. Y buscas las palabras, pero todo es automático. Y buscas el fondo del pozo, y todo te parece auténtico. Y veo el flexo de mi habitación que me alumbra, que me ciega, que me deja sorda. Y yo quiero, es que quiero volar. Pero no puedo, soy incapaz. Lloro hasta no poder aguantar, el ahogo de mis palabras, porque se cruzan entre sí para no oirme sollozar. Y yo no quería que apareciesen lágrimas de mis ojos, yo quería sonreír porque lo veía necesario para vivir. Pero ahora lo entiendo, sólo soy una más, y no soy importante, porque... Me desvanezco, no tienes ni idea de lo que siento. Me dejo llevar, aunque no tiene sentido. Las palabras me arrebatan la consciencia. Miro el horizonte como si no tuviera una sombra para dormir, para descansar, para maullar, para suplicar... ¡Para morir! ¡Para morir! ¡Para morir! Para morir... Para morir... Para morir... Y muero, pero me late el corazón... Y siento, pero es que ya no soy yo... Han pasado tantos años que bostezo para refrescarme el cerebro. Y yo te quiero, pero tengo que irme, me muero... ¡Me muero! ¡Me muero! No tiene sentido, nada de esto tiene sentido, pero es importante, ¿no? Ser la esclava de tus palabras, sin ni siquiera pensar en tu pasado, porque te sientes triste, te sientes agotada, no piensas en nada, ya todo te da igual. Te sientas en la silla y miras hacia el cielo con una mano preparada para irte allí, al infierno. Porque yo he sido mala, he sido muy mala, no me merezco esta vida, no me la merezco. Necesito consuelo, y el único que me pertenece es la muerte, el único que me pertenece es la muerte. Y yo estoy aquí tecleando como una idiota, porque me han hehco esclava de mis palabras. Me han robado todo, pero nada. Bostezo, bostezo mucho, pero no me puedo concentrar. Necesito agua, sí, agua. Necesito agua... ¡Joder! ¡Necesito agua! Es que me muero de verdad... Pero no tengo, no tengo dinero, me lo han quitado todo, no me han dejado con algo, nada... Me lo han quitado todo... ¡No tengo algo! ¡Tengo nada! ¡Tengo nada! ¡¡¡Tengo nada!!! Bueno, sí, algo: la subconsciencia. ¡La subconsciencia! ¡¡¡La subconsciencia!!! Pero también me la robaron, soy una desgraciada... Inútil, perversa, carcomida, asquerosa, imbécil, asesina... Asesina, asesina de mí misma, porque no me dejo ni una. Yo misma me mato, me suicido, me quiero morir... ¡Me quiero morir! ¡Me quiero morir! Pero no tengo el valor de hacerlo, porque no puedo, soy demasiado cobarde. Y aquí estoy, estoy muriéndome, porque no puedo más con la vida. Ya he visto demasiado, ya he soñado demasiado, pero nada, es decir, todo... nada... todo... nada... todo... ¡Me vuelvo loca! ¡¡¡Loca!!! Me quiero morir... No soporto esta vida, no soporto que me manipulen, me quiero morir, joder, me quiero morir... Pero soy cobarde y no soy capaz de coger una pistola y matarme, suicidarme, no tengo los huevos para hacer eso. ¡Sigo viva! ¡¡¡Es que sigo viva!!! Viva de aburrimiento, porque me muero por dentro. No tengo vida, pero estoy viva. No sé cual es mi destino, pero seguro que no es algo bueno. ¿Dónde vivo? ¿¿¿ Dónde cojones vivo??? No lo sé... Pero no vivo, eso lo sé... No sé nada, eso lo sé... No sé algo, eso lo sé... Y cada vez sé más, pero no me basta... Yo quiero una vida real, no una vida sin... Te quiero, eso también lo sé. Ya me estoy calmando, llena de lágrimas, presa en mis palabras, ya te tengo, quiero olvidar, quiero soñar, quiero volver a nacer... ¡No quiero esperanzas! Eso me abruma, quiero dormir, y me duermo... Estoy borracha, muy borracha, quiero... No lo sé. Me tambaleo en la silla, no quiero tener miedo, pero te tengo tengo miedo, a la vez que te quiero... Te quiero... Te quiero... ¡Joder! ¡¡¡Que te quiero!!! ¿No lo has oído? ¡¡¡Te quiero!!! Te quiero... Te quiero... Te quiero... Adiós, me voy de la vida. Pero te quiero, y mucho... Te quiero mucho... Se me cortan las palabras... Te quiero... Te quiero... No me cansaré de repetirlo... Te quiero, pero me voy, lo siento. No aguanto más esta vida... ¡Joder! ¡No la aguanto! Te lo juro, me pego un tiro, me lo pego, te lo prometo. ...¡Pum! Ya me lo he tirado, me muero, me muero, me muero... Pero vivo... Soy cobarde, me lo he tirado en la imaginación... Ahí estoy muerta y aquí no. Me merezco estar muerta, porque lo maté. ¡Estaba loca! ¡¡¡Estaba loca!!! Gritaba mucho, él gritaba mucho y yo lo mate... La culpa es mía, porque lo maté. La culpa es toda mía. No soy responsable de mis acciones, porque sé que prima la subconsciencia, ¡pero lo maté! Y fui consciente de ello, así que una parte de mí lo sabía. Y no me merezco morir, no me lo merezco, pero yo quiero, para castigarme. ¡Porque me exijo mucho! No me gustaría volver a fallar. He recobrado el aliento y no, no me voy a matar, tonterías, solo escribo esto para desahogarme, porque lo necesito y mucho. Pero esto sí que es verdad: te quiero."

MI PASIÓN POR LA LITERATURA

Mi pasión por la literatura... ¿Alguna vez he hablado de ello? Puede que no, porque he tenido muchos cambios de opinión sobre mi futuro, sobre el destino de mi vida, los estudios, etc. Mi vida ha cambiado radicalmente este año (pasar de física cuántica a filología hispánica, telita), pero por fin he elegido un rumbo. Ese es el de la Lengua y Literatura. ¿Por qué elijo ese camino? Muy sencillo. Hace poco descubrí la escritura y me he dado cuenta de que un mundo sin palabras no se puede comprender. A veces sobran las palabras, pero otras faltan. ¡Pero hay que saber hablar bien! 

El tema del WhatsApp es muy discutible, pero cuando estás en algún sitio en el que tienes que utilizar un lenguaje formal, tienes que tener esa habilidad. La necesitas para dar buenas impresiones y para mostrarte una persona culta. Por eso me gusta, porque el lenguaje nos enseña a hablar como es debido y la literatura nos muestra escritores de siglos anteriores con un habla diferente, o en el que las palabras se ordenaban de manera distinta a la de ahora. Pero eran personas que sabían hablar bien, muy bien. Y puede que la mayoría reflexionasen sobre el amor, la sociedad (sobre todo en época de guerra), el dolor, la muerte, la vida, pero siempre, siempre, lo hacían con un lenguaje culto, formal. Y yo creo que se les recuerda por eso, por su forma de escribir y de hablar. Talento... ¡Claro que había talento! 

A parte, de lo que me doy cuenta es de que solo nos han resaltado a los hombres, siendo que hubo mujeres muy buenas, también. Aunque quizá no llegaban a alcanzar esa grandeza, esa destreza, desdén para escribir. Pero bueno, ya sabéis por qué me gusta la literatura, es mas... por qué me apasiona.

jueves, 28 de mayo de 2015

LA LLAMADA DEL CIELO


Me cuesta respirar. No siento los ojos, ni la boca. Estoy vendada. No recuerdo nada, pero me han esposado. Tengo las venas a punto de reventar a causa de la presión de las esposas, las cadenas… No veo lo suficiente como para distinguirlas. Necesito tiempo, un tiempo infinito para situarme en la realidad que me envuelve. Necesito datos concretos para situarme en el espacio. No significa que me encuentre fuera de él, significa que me han robado los recuerdos; ellos… sean quienes sean pero ellos. Estoy en una habitación desamueblada, tan desamueblada que se pueden notar las manchas de sudor que una vez desprendieron los muebles que habitaban en esa habitación. La habitación es muy grande, muy espaciosa, llena de reverberación pero con la ausencia de las palabras. Solo estamos yo y ella, inerte, sin vida, deshabitada pero existente. Necesito un rato para pensar, no puedo vivir así. Necesito quitarme las esposas, lo que sea, pero tengo que abrir los ojos, no puedo seguir de ese modo. Los abro, hay mucha luz y me ciega. Poco a poco me voy acostumbrando y veo… soledad, sí, soledad. Esa es mi única visión. Fuera hay una recepción y un cartel, en el cual hay impresas unas palabras que no consigo descifrar porque están del revés, solo les veo la sombra.

Deduzco que es de noche, me doy cuenta de que no hay nadie. Más soledad, más miedo, más hambruna, más aburrimiento. En la habitación no hay nada, solo estoy yo, atada con unas esposas; porque sí, son esposas, ya las he visto. Todo está vacío, inhóspito. Me dirijo a la puerta que me protege del exterior e intento abrirla, sin hallar apenas resultado. Tengo hambre y me faltan fuerzas. No puedo hablar, pero puedo ver… no quiero dormir. Todo menos dormir y que el miedo se arrebate de mí. Empiezo a andar sin ton ni son hasta llegar al cansancio y al hastío. No soporto no recordar mi pasado. ¿Qué me han hecho? Vale, tengo que dormir, la noche se me pasará más rápido.

Cuando me despierto y abro los ojos me da la sensación de que no estoy bien. Ahora veo la habitación de color negro. Las cadenas ya no están, me dirijo a la puerta y se abre. Sigue sin haber nadie, pero consigo salir del edificio. Cuando llego a la calle descubro en un reloj que es pronto, demasiado pronto. Son las siete de la mañana. El cartel que vislumbré por la noche decía lo siguiente: “Psiquiatría.” Vale, alucino en colores. Que yo sepa no estoy loca. Sigo sin recordar nada. Y el día avanza y yo no sé a dónde ir. No sé quiénes son mis padres, si es que tengo. Ni sé cómo me llamo. Ya te digo, me han robado los recuerdos. Sólo recuerdo lo que pasó ayer en la habitación.
Ya sé cuál es mi destino: “La habitación.” Consigo volver y me duermo. Cuando despierto resulta ser amarilla y cuando lo vuelvo a hacer se convierte en azul y roja, una mezcla. Y me empiezo a desvanecer. Me toco el corazón y no me late. ¡Me muero! ¡Me muero! Y me caigo redonda al suelo, cerrando los ojos, diciéndole adiós a la vida. No sé ni cuántos años tengo pero no tengo arrugas: soy joven. Me muero pero me despierto de verdad y el corazón me late. Esta vez estoy rodeada de seres humanos impacientes por saber mi estado vital. La habitación era la misma, pero verde. Me dicen:
- No pasa nada, ya estás de vuelta. Ya estás en casa.

miércoles, 27 de mayo de 2015

UN POCO DE... DA IGUAL

Hoy nos volvemos filosóficos. La verdad es que el disfraz es un artefacto imprescindible en la vida. ¿Por qué? Sirve para camuflarte de las personas que no quieres que te conozcan. Hay gente en este mundo que, por alguna razón, no nos cae demasiado bien -cada cual con la suya -y por eso necesitamos ese margen, ese límite que indique nuestra separación. Pero, al margen de esto, no hay que olvidar el prejuicio que tan malo sabe a los criticados. El hecho de que exista esa acción muchas veces nos puede llevar al conocimiento impreciso de las cualidades que nosotros les atribuimos a esas personas que nos resultan perjudiciales -si esta es la palabra adecuada -para nuestro modo de vida.

Esta reflexión nos lleva de nuevo a la poesía, la cual me encanta tanto, peor hoy prescindiré de ella. Me voy a ceñir más en el relato, ese cuento de apenas extensión que tiene intensidad en apenas unas cuantas palabras. (Ahora viene la parte de que ese significado sea el nacional y no el mío, el propio.) Aquí viene mi segunda invención prosaica Un poco de... Da igual. :

"No solía verme con rodeos, pero esta vez estaba un poco preocupada. No sabía por qué, pero algo me decía en mi interior que algo no iba bien. ¿El qué? No tenía ni idea, pero sabía que algo no podía estar yendo bien. Estaba en mi casa tumbada en el sofá releyendo uno de esos libros que te sabes de memoria por las repeticiones, pero que no dejan de gustarte. En este caso se trataba de la literatura, de Miguel de Unamuno, uno de mis autores preferidos de la generación del 98. Me encanta su atribuición de nivolas, porque me parece acertada, pero, por otra parte, veo que sus novelas si que tienen acción. Aunque sus libros tienen algo en especial. Eso sí que es cierto. Bueno, esa vez yo estaba leyendo el libro a la vez que le hechaba un ojo a mis sentimientos, pues era de extrañar una preocupación como aquella.

Mi padre había muerto psicológicamente, pues ya no me reconocía, pero se comportaba como una persona normal. A ver, mi nombre lo sabía, se dirigía a mí, pero había muerto. Creeme que había muerto. A mi madre aún la podía sentir, pero se estaba yendo también. Y no me digas que no te lo crees porque no tienes otra opción. No lo puedo demostrar, lo siento. No tenía hermanos, estaba más sola que la una. Y mis relaciones sociales no eran muy buenas, para rematar. Era de esas chicas que sacan buenísimas notas en el instituto a causa del aburrimiento infernal, pero ese es otro tema. En las clases me acoplaba bien, no tenía problemas con los compañeros, todos me respetaban. Como una más. La soledad venía cuando llegaba el recreo, pues no tenía a nadie a quien acudir. Por eso me gusta leer, porque me evado de la situación que hay en mi casa y no me siento sola.

Al menos tengo la sensación de que los personajes de los libros me entienden, pero eso no es suficiente, porque fuera de ellos hay una realidad. Y Unamuno me gusta por su originalidad. ¡Por fin! Alguien que no sigue la moda y que aparenta ser diferente. Ese es otro de mis puntos débiles, el ser diferente. Lo soy conscientemente porque me gusta, me hace sentir bien; la moda no me atrae, sobre todo porque es un mundo en el que todas las personas son idénticas. ¡Por favor! Ya de paso que hagan clones o algo. A parte de esto, otro de mis hobbies es estudiar literatura y actuar. El lenguaje también me deja muda, pero se entiende demasiado bien aunque tiene sus excepciones y sus retillos. Pero yo quiero objetivos reales, en los que merezca la pena esforzarse. Actuar es... actuar. Actuar es actuar. No hay más misterio, si fueses actor lo entenderías.

No solía verme con rodeos, pero ese día me extrañé. Cuando volví a mi cuarto y vi que las cosas estaban ordenadas de otra manera me sorprendí. No había notas por ninguna parte, ni señales ni nada. Tampoco echaba de menos algo. Intenté actuar como si no hubiera pasado nada. Era de noche, así que cené lo primero que pillé y me fui a dormir. Mis padres tienen turno de noche, así que prescindo de ellos por las noches, cosa que me hace sentir bien. Me dormí y por la noche no noté nada. Supongo que no noté nada porque no estaba ocurriendo nada. Simplemente mi madre habría desordenado todo.

Cuando me desperté, fui al instituto. La gente actuaba normal, pero yo olía diferente. Algo no iba bien. El día transcurrió normal, como todos y no hubo cambios. Llegué a mi casa y mis padres no estaban. Tampoco me extrañaba, porque... ¡Yo que sé! Le podría haber dado un ictus a algún pariente mío y entendería que no dejasen ninguna nota encima de la mesa o por alguna parte de la casa. Seguía con ese nudillo en el cerebro que me anunciaba que algo no iba bien. 

Y cuando llegó la noche mis padres seguían sin aparecer. No me importaba, quería estar sola. Abrí un libro en blanco y empecé a escribir. Al poco de empezar mis padres regresaron. Una parte de mí se alivió, a la otra le daba igual. Mi preocupación seguía ahí. Cuando terminé de escribir me fui a dormir. Al día siguiente me desperté y el libro no estaba. Me dirigí al instituto y mi profesor de Lengua y Literatura me dijo:
 - Sabía que habías escrito algo. Llevaba toda la noche espiándote. Entonces, cuando te dormiste, entré a tu casa y te lo cogí. Lo leí y me abdució. Te voy a recomendar que sigas escribiendo. Cuando lo quieras publicar avísame. Y si quieres escribir algo en serio, yo te ayudaré.
 Yo sabía que me gustó su comentario. Lo que escribí se titulaba Un poco de... Da igual. ¿En qué me basé? En esta vida necesitamos un poco de "da igual". No todo es blanco o negro, existen las nubes grises y de colores. 

Cuando llegué a casa hice un blog y lo publiqué. Al día siguiente le dije al profesor que ya lo había publicado, pero más adelante él me dijo que no lo encontraba en las librerías. Yo le dije que siguiese buscando, que no se rindiese. Al final se rindió y ya no le importó mi relato. Y cuando llegó la noche mis padres se fueron a trabajar y yo me quedé sola. Fui a dormir, escribiendo antes unos versos en mi cuaderno en blanco:

Relájate inútil. 
No, inútil no... ineficaz.
La importancia recae en...
Da igual... tú disfruta.
Si rima que rime, si no será originalidad.
Si se alarga que se alargue, si no será brevedad.
No te preocupes... que da igual.
Da igual... no importa... da igual...

No será poesía, pero da igual. Para mí sí lo es y significa avance. 
Me dormí con la imagen de mis padres de verdad. Estos estaban anticuados, no me decían "te quiero". Pero yo sí me lo decía a mí misma."

Realmente, Miguel de Unamuno sí que me gusta. Es uno de mis favoritos, al igual que Federico García Lorca. El teatro me mata. 




martes, 26 de mayo de 2015

EL TIEMPO ES EFÍMERO

El tiempo es efímero. En eso estoy de acuerdo pero tampoco vale la pena martillarte con ese mensaje todo el tiempo, pero hay que tenerlo en cuenta... De verdad, es necesario vivir enterándote de las cosas que ocurren. Atrévete a considerarte un ignorante de la vida para poder aprender. Si tuviesemos el internet en la cabeza, no sé yo lo que nos quedaría por aprender... De lo que sí estoy segura es que cuanto más sepas, más ignorante te haces... Y llega el momento de publicar mi siguiente creación, El tiempo es efímero:

El tiempo es efímero.
Sintaxis, morfología, literatura...
La vida ronda la cultura,
pero la burbuja siempre... pero...
Y mis lágrimas esbozan una sonrisa,
pero la mía esbozaba lágrimas.
Me lo sé todo, pero estoy tan triste...
...por la prisa.
El tiempo es efímero.

No sabéis lo que significa la poesía para mí. Aunque sea mala... La evolución empieza cuando te aceptas a ti mismo... La escritura empieza a ser uno de mis hobbies favoritos, y no porque me guste, sino porque disfruto con ella. Una cosa es tener un gusto, otra una vocación.



lunes, 25 de mayo de 2015

UN POCO DE INTRODUCCIÓN Y PRÓLOGO

Estoy leyendo la saga lux. Es una saga juvenil que trata de una chica que se muda a un pueblo de EE.UU, en el que conoce a dos chicos extraterrestre... Una saga de lo más surrealista posible, pero a la vez innovadora e hipnotizadora. Todavía no he conseguido apartarme del libro. Parece que nos uniera una fuerza estática o algo por el estilo. Pero también hecho de menos la lectura de algún libro literario y no algo tan popular, tan de ficción. Me atraen los ensayos, el vivir de la vida, el sentido que tiene que estemos aquí en el mundo, que exista vida y muchas cosas más filosóficas. Pero, mi entusiasmo sobre la literatura y el lenguaje no ha disminuido. Al menos no ha disminuido.

Os animo a todos vosotros a que nunca dejéis la lectura y que, por muchos problemas que tengáis siempre sigáis adelante. En serio, merece la pena. Te acabas dando cuenta que no eres el único, que hay personas como tú en otra parte del mundo. Los libros ayudan a sentirte mejor, pero la realidad no cambia porque tú leas libros. Hay que evadirse, pero teniendo un ojo abierto. Saber que puede que me lea la gente me da esperanzas pero el mero hecho de que puede que no haya nadie leyendo también me frustra. Son sensaciones, suposiciones, y aquí queremos hechos y demostraciones. Mi demostración va a ser que me gusta más la literatura que las ciencias, aunque no lo aparente en mi escritura. Ya se verá a lo largo del blog.

domingo, 24 de mayo de 2015

HEROES

Y querer decir lo imposible... Me arrebataron las palabras, pero yo me negaba a hablar, porque no quería estar condenada, pero enmudecí, no me salían las palabras... Y pensar que el infinito es tanta materia que se convierte en nada... Ya decía yo que a esta vida le faltaba una pizca de sal.

Ayer vi ESC. A quién no lo haya visto le voy a chafar el final, ya me perdonaréis si podéis. Gana Suecia con la canción Heroes... ¡Pero ganó porque se lo merecía! Y España.... No hay palabras para describir la situación de España en el ámbito de la música. A veces los gustos de la gente me sorprenden, pero esta vez no creo que mi país lo hubiese hecho tan mal. La coreografía no estaba mal y el ritmo y la letra eran mejor que otros años. El héroe es el que nos hace triunfar. Aquí dejo el vídeo de Suecia: 



sábado, 23 de mayo de 2015

VIVIR SIN COLOR

Es mi primer día y esto requiere paciencia y tiempo. Me ceñiré a la respuesta de muchas reflexiones, que seguramente llegarán a esta duda: ¿Por qué he llamado a este blog de esa manera? Supongo que no es un título muy común, pero si significativo, simbólico, adecuado, elocuente... Porque me ha dado vida, me ha dado consuelo, alivio, concentración... En definitiva, es el último verso de una de mis creaciones, que es, sin duda, una de mis preferidas. Porque podrá existir la presunción, pero la autoestima es mucho más valiosa y optimista. Allá vamos con el poema:

El mar tiene una salida,
pero que se llama entrada.
El mar tiene una entrada,
de donde viene la vida.
Muerte, mar, vida, agua.
Fusión de agua dulce con agua salada.
  
No me preguntéis por el nombre del poema porque yo, autora de él, no tengo ni idea. Proseguiré con la alusión de mi querido relato Vivir sin color, con el cual obtuve el primer premio del concurso de relatos de la segunda categoría del I.E.S Ítaca (Zaragoza). Por eso me apetece mencionar y mostrar el relato con el que pude triunfar:

 VIVIR SIN COLOR
"El otro día miraba por la ventana, hacia el cielo. Estaba como siempre, azul con algunas nubes blancas y algunas nubes grises-eran las de la lluvia-. Pero, el sol no aparecía; eso era lo raro, que por mucho que lo buscase el sol no aparecía. ¿Lo taparía la luna? No lo sé. Ese día comprendí que los eclipses no son la causa de la ocultación del sol; somos los humanos los que queremos ver todo gris. Me empecé a dar cuenta de la realidad que nos envuelve: nosotros somos una burbuja que está rodeada de nubes grises, pero no porque sean grises, sino porque nosotros las vemos de ese color.

Le pregunté a mi primo, de cuatro años, de qué color era la nube. Él me respondió que de muchos colores. Yo le pregunté si destacaba alguno en concreto. Él me afirmó que se veían todos los colores menos el gris. ¡Y nosotros las vemos grises! ¿Será por eso que la humanidad carece de optimismo? Ahí comienza la realidad, la verdadera realidad. Cuando se es un niño, todo te parece alegre –mi primo me lo demostró-, pero cuando te vas haciendo cada vez más mayor y vas madurando, los adultos, incluso tus propios padres, te convencen de que hay cosas serias, que no todo nos puede parecer jauja. A partir de aquí te evades del yo y empiezas a ser un esclavo más: te han hipnotizado.

Bueno, pues el caso es que a mí no me pasó eso. Me sucedió todo lo contrario. Ese intento, esa iniciativa de absorber la mente me sirvió para madurar todavía más y darme cuenta de la situación del mundo. Pensé: “Nos estamos yendo del mundo”. Y así es, todos miramos a las nubes de la lluvia con un color gris, pero no de varios colores. Tenemos la mente tan cerrada, que no nos imaginamos la lluvia de color rosa o una nube de color verde fosforito, todo tiene que ser como fue en un principio, y tiene que ser así porque si no ya no viviríamos en la Tierra.

Ese día que miraba por la ventana salí a dar una vuelta. Me fui con la bici hasta el campo que hay al lado de mi casa y empecé a andar con el objetivo de llegar a la pradera y observar las nubes para imaginarme el mundo de otra manera. Cuando llegué a esa pradera, me tumbé en el suelo. Y ahí estuve, un rato largo. No conseguía ver lo que mi primo veía. ¿Por qué? ¿Lo pensaba demasiado? ¿También estaba yo hipnotizada? Entonces me dejé llevar. Notaba que la brisa me atravesaba todo el cuerpo y que, por alguna razón, las nubes me observaban. ¡Tenían ojos… y nariz… y boca! ¡Parecían humanos de aire! Todos iban vestidos de maneras diferentes. Entonces intenté hablarles, pero no me respondían; parecía que nos separaba una pared de cristal transparente, por la que se ve pero no se escucha. Decidí observarlos. Se movían irregularmente, vivían en un mundo anormal comparado con el nuestro. Todo les parecía bien: daba igual que tú fueses amarillo o azul o… gris. Todos te miraban con la misma cara simpática. Ese es el misterio de la subjetividad.

Cada vez se iban disipando más, hasta carecían de forma: todo abstracto y sin contorno. Por fin, se evaden del todo, se van… pero siguen. No sé por qué, pero permanecen y permanecerán para siempre… Después de un rato de pensar en esta extraña alucinación me di cuenta de que una mariposa se me posaba en la mano y me miraba fijamente, como desafiándome. Entonces le pregunté: “Y tú: ¿De qué color ves la nube?” Ella, como si no me oyese… se fue. Llegué a la conclusión de que la naturaleza no tiene un rumbo fijo, ni siquiera se da cuenta de sus acciones. Y qué casualidad, que todo lo que le pasa, le pasa para evolucionar. Nosotros actuamos como marionetas, como personajes que tienen un destino. Tú creas una película, y ahí está, te conviertes en el predictor del futuro. Tú sabes lo que va a ocurrir, y tus actores sólo son muñecos que cobran vida, porque tú les guías, les dices lo que tienen que hacer. Eso no es evolucionar, eso es pura dictadura, sin personalidades.

Llegué a casa tarde, sobre las doce de la noche, más o menos. Todo estaba silencioso, muy silencioso. Parecía que las palabras ya no querían formar parte de esta vida. Ya me lo demostraron las nubes: con observar basta. Y basta, porque lo entiendes, porque ese idioma no se pierde. Cuando me fui a dormir encontré una nota encima de mi cama en la que ponía: “¿Qué pasaría si vivieses pero… estuvieses muerto?” Ya lo entendía todo: nosotros estamos muertos. Sólo aquel que vive es el que siente la muerte, y el que la siente no vive, sino muere. Este es el único sentido de la vida: vivir y morir al mismo tiempo."