"Mis ojos son marrones,
Mis huellas son ajenas
a tus pasos.
Mi alma fluye en tu malestar,
pero mi corazón rebosa
de alegría.
Y eres tú quien me sonríe,
y yo con la boca seca
dentro del mar.
¿Que me lleva el río?
Sí, y tú, que no vives
ni en soledad."